Estoy empezando a creer que el cielo y el infierno
deben de ser la misma cosa.
Lo digo porque allí, al final de esta historia,
nos reencontraremos todos y no me imagino mayor
absurdo castigo que tu ineludible condena
sea tener que volver a mirar a los ojos
al ejercito de muertos víctimas de tu egoísmo aquí abajo.
Enemigos que te buscaste, desnudos al fin del odio y el rencor,
que eran los dos besos que se cernían en sus mejillas
cuando con una sonrisa perfectamente ensayada saludabas
presentándote ante cada nueva incauta víctima
para parasitarle la felicidad de la ilusión.
Y tú, como conclusión, desposeída de tu tiranía de reptil
y de cualquier justificación.
Pero al cabo llega ese momento de aclamada satisfacción
que todos hemos deseado según fuiste envenenando y saqueando,
sin ponernos de acuerdo cada uno con su fecha,
dotándote de la oportunidad de seguir arrastrándote
y de la impunidad de continuar fecundando más dolor;
te deseo, ojalá, que aquí abajo mientras tanto,
tu pasado te persiga como un aguacero de cristales rotos
y como un vendaval te envuelva arañando el reclamo de tu suave piel;
que en tu presente se repita la consciencia de vivir día tras día
la perenne rutina de la constante insatisfacción de una existencia insaciada,
que bajo tus hipnotizadores bellos ojos se formen las enormes ojeras
de dormir sola todas las noches aunque a tu lado
ronque satisfecho de tu vació a quien nunca amaras.
Que tu futuro, aunque hayas aprendido,
y eso es lo que dudo ya que lo que me ha enseñado a mi la vida
es que las personas jamás cambian,
que tu penitencia sea no ser creída incluso cuando digas la verdad,
que eternamente cuando cierres los ojos sea para ver nuestros rostros
y que todos los sueños que pretendas poseer se te transformen en liquido
huyendo de tus manos.
6 comentarios:
Yo tengo que agradecerle a esa mujer que me haya devuelto a el poeta que sus mentiras le hayan dado la mejor version de si mismo
Oscar eres un amor muy atormentado pero un amor
Maria
La "pataleta" es inmadura, pero cómo desahoga! Sin embargo, no hay que quedarse ahí. Cuando ya se consigue tener la cabeza bien fría, hay que sacar un aprendizaje de todo lo vivido, y desde luego, confiar en que la vida no se equivoca; confiar en que tarde o temprano, cada uno vamos ocupando nuestro lugar.
¿Intentando dar lecciones? Ni mucho menos; esto es una reflexión en voz alta.
Lamoni.
¡Muy fuerte, Óscar! El sufrimiento de los demás no debe producirnos satisfacción pero a veces desearíamos que quien nos ha hecho sufrir y ha querido humillarnos, por lo menos, recibiese un poco de su propia medicina. En mi estado actual de cosas te diré que lo he entendido perfectamente y que me he identificado con el mensaje, amigo, aunque ya sé la clave (por el título). Hay quien debería sufrir el infierno que ha sembrado en esta tierra pues de lo que hay después nadie ha vuelto para contarlo. Un gran poema amigo, duro, contundente y directo, como tú sabes hacer. Te aplaudo.
Un fuerte abrazo.
Julián Borao
uy original tu poema y muy bien construido.
me ha gustado mucho leerlo.
ha sido un placer.
Mis felicitaciones y un fuerte abrazo
Joan
como te dice Julián, Óscar,
duras palabras pueblan este poema, en el que las emociones de ira y frustración, están a flor de piel y se dejan sentir "in crescendo" en los últimos versos
un abrazo en estos días de llamada a la cooperación.....Pilar
La gente no cambia, es verdad. Excepto en algunos casos en que han visto la muerte de cara, o han visto algo en su vida que les aparte del mal camino. Es tan difícil hacer el bien, como hacer el mal, porque al final estás solo. Las decisiones son drásticas y no a todo el mundo les gustan.
En cuanto al verdadero mal, no reside en el diablo, es un testigo que se pasa generación a generación, y siempre hay alguien que debe pagar sus errores eternos. Los vampiros existen, y tú lo has comprobado amigo Óscar.
El purgatorio existe, y debe de ser este planeta.
Saludos colega.
Publicar un comentario