jueves, 17 de febrero de 2011

ESTA MUJER


Esta mujer me enfrenta a mi destino,

convoca todo mi pasado,

me reta para que cambie de vida

y como a un chico pobre

me exige que cruce un océano

de miel salada y hierbabuena

que borre toda huella de mis pasos

como si mi mano fuera de arena.

Que me arranque mi actual rostro,

me afeite la cabeza y las cejas,

apriete los labios y mire al suelo.

Que en ese otro hemisferio

tendré tiempo de nuevo

para desafiar a otras estrellas

convertido en anónimo transeúnte,

como un príncipe de los mendigos,

el rey de todos los locos

que el día de su muerte

querrá encima leer su horóscopo.

1 comentario:

Meri Pas Blanquer dijo...

Apasionante poema, cómo para no cruzar océanos enteros de miel salada y lo que sea...

Besos