viernes, 15 de agosto de 2008

NECESITO VER LAS MANOS DE DIOS






Necesito ver las manos de Dios,

no por haber sufrido un repentino ataque

de arrepentimiento travestido de ascetismo

justo la noche de insomnio en que, definitivamente,

había decidido dejar de fumar

mientras enciendo un cigarro tras otro

con la colilla aun humeante del último.

Tampoco, porque pretenda- me libre él de ello-

saber que se trae ahora entre manos,

ni porque presienta que pudiera ser

nuevamente algo contra mí;

sobre todo, cuando media humanidad

se conformaría, tan solo una vez,

con contemplar su vaporoso rostro,

confirmándose curiosamente que es tal

como siempre lo habían imaginado,

con espesa venerable larga barba blanca;

y cuando a la otra mitad, llegado el momento

les bastaría con escuchar su voz de capitán de barco

surgiendo honda como un vigoroso haz de luz

de un sol de medianoche que les envolviera

como a girasoles ciegos que acabasen de recuperar la vista.

No, yo quiero ver sus manos; las de verdugo

preocupado por regresar pronto cada noche a su casa

y poder ocuparse al fin de su jardín;

las de estrangulador aplicado en repasar con hilo dental

las fauces de unas fieras que guarda atadas;

las de trilero, suplantador del prestidigitador

que se alía con la fe piadosa de los espectadores

para que no se le haya visto el truco

en el justo momento en el que accidentalmente

se han encendido de golpe todas las luces.

Quiero irrespetuosamente, henchido de soberbia subversión,

que nos las muestre para leer en su palma

y conocer de primera mano, si él

como a imagen y semejanza nuestra

también tiene líneas sobre las que pasar el dedo

con su destino inalterablemente detallado, definiendo

- ya que nos ha dejado siempre bien claro

ser un tipo que es partidario de acabar con todo algún día-

cómo va a terminar con esto;

o si por el contrario, como vengo sospechando,

esconde ya en la manga el privilegio

del as de la continua improvisación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Publicado: Jue Ago 21, 2008 9:54 am Asunto: Re: necesito ver las manos de Dios

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Hace mucho que dejé de creer en divinidades, porque no puede ningún dios serlo consintiendo las injusticias que se consienten en este mundo, pero ya se sabe...nos lo enseñaron como un ser castigador y es difícil hacerse el valiente ante el miedo al castigo.

Me gusta como escribes, Oscar. Lamento no ser capaz de hacer un análisis pormenorizado de tu poema por eso me limito a decir que tus letras transmiten algo que a mi me llega.

Un abrazo