lunes, 18 de agosto de 2008

LA MUERTE

“Siéntate
a la mesa.
Bebe un vaso
de agua. Saborea
cada trago.
Y piensa
en todo el tiempo
que has perdido.
El que estás perdiendo.
El tiempo
que te queda por perder”

Roger Wolf




Me inquieta en estos días grises,

pero de ineficiente húmedo calor

que nos sume en un sopor expectante,

que la conversación al tomar el café

como cada mañana

gire como es costumbre

a elección del camarero;

a este, últimamente,

al parecer se le abre invariable

la página del periódico

por las esquelas

- o es que se le ha quedado desde hace días

ahí el dedo-

y en vez de como era habitual

comentar las noticias de deportes

se dedica a repasar el censo

de los que ya no entraran nunca más

al Corte Inglés.



Así es como vamos a trabajar,

con desasosiego y sin concentración,

preocupados por tantos como dejan a diario

de fumar.



- no sé si habéis caído en la cuenta

de que últimamente se muere gente

que jamás antes lo había hecho -




Me da por pensar,

-cuando yo a esas horas,

bien lo saben todos,

miro como las vacas al tren -

que habitamos este mundo

como hormigas atareadas

en la entrada del hormiguero

ajenos a nuestra suerte

y al dedo de un niño

que nos fulmina selectivamente

como un macabro juego.



-¿Qué pensara la muerte

mientras nos observa,

indiferentes a ella,

ir de un lado a otro

sin intentar escapar?-




Confío que estos días de viento sur,

de bochornosa canícula que no deja dormir

a los más pequeños por la noche

y asesinan a los viejos en su lecho,

pasen rápido;

eso, o tendré que madrugar más

para ser el primero

en coger el periódico de la barra

y no dejar que el camarero

me joda el día con sus impresiones.


1 comentario:

EL DOCTOR BARRETT dijo...

Me intriga últimamente tu fijación por la muerte. Sí, es cierto todo lo que dices; yo muchos días me siento igual. Pienso demasiado cuando sopla ese viento sur insano; aunque lo mejor es no mirar el periódico, o simplemente dedicarse a leer titulares de noticias locales y darse cuenta de que lo que piensas tiene un fundamento desasosegante, ante tanta miseria humana lo mejor es no hacerse el héroe ni tampoco ser insensible a todo; esto último nos haría inhumanos.

Lo que más me asusta es la impersonalidad que en la gente se ha instalado. La indiferencia ante los problemas reales de la vida y del ser humano. Y sobre todo lo que más odio es que esa gente se atreva a darme lecciones de decencia. Esos ojos fríos y sin sentimientos, como los de un pez no tienen derecho a hablarme de igual a igual. Cuando llegas a tener una mirada limpia en lo turbio de este sistema “demoniocrático”, han pasado un montón de historias por tu vida y te has mentalizado que lo mejor que puedes hacer es dejarte llevar por las cosas bellas, o intentar buscarlas.

A todo esto, de ello estuvimos hablando en el Bullit; precisamente lo que nos hace grandes es ese afán de buscar lo nuevo siempre, aún en la aparente uniformidad del país en que nos ha tocado vivir, siempre se esconden lecciones nuevas en estos días plomizos. Puedes buscar ojos igual de interesados por tus ideales y encontrarlos. Puedes encontrar galaxias en los enjambres de bichos revoloteando alrededor de una farola por la noche.

Lo único que me gustaría que tuvieras claro, es que todos tenemos esa percepción de esos instantes asquerosamente reales, y que no sirve de nada obsesionarse. No lleva a buen puerto el hacerse esquemas inmensos de la realidad; todo es más sencillo de lo que creemos. Pero sólo hay que tener fe.

Que la fuerza te acompañe, querido colega de poesías agónicas…