domingo, 15 de mayo de 2011

aprendiendo a hacer volar cometas




Aún preocupado por las cuestiones

que me inspiraron siendo un niño

pero ya demasiado cansado

como para andar a estas alturas

aprendiendo a hacer volar cometas

-quizas porque todavia nadie

ha inventado un desfibrilador del alma-

miro a tus ojos que lo contemplan todo

y me estremezco ante la certera incertidumbre

de cúando, cómo, dónde y quíen

amputara en pleno vuelo tus ansias,

estrangulara tu bello canto

con el infarto de la decepcion,

y si aún así, continuaras magnifico tu planeo

aunque sea como un solitaria aguila

entre los cables de alta tension.

1 comentario:

Tania Alegria dijo...

Una venia, Señor Poeta.
Recién llegada a su encrucijada, voy por ahí fuera, todo abajo y a derecho.
Desde Lisboa, un saludo cordial y un abrazo afectuoso.