Qué pesadillas tiene Dios
cuando se echa a descansar?
Con qué sueña el Diablo
cuando cierra los ojos?
Rasga el Señor en sus sueños las vestiduras
de alguna jovencita metida a Satanás?
Sueña Mefisto con lejanos lugares
entre cúmulos y azules amaneceres?
Será por eso que siempre he amado más
a la ruidosa lluvia que al silencioso sol?
Lluvia que roza los cristales, que golpea
contra algún objeto
amplificando su arrullador sonido,
que entra en la cabeza como un somnífero
y adormece a Dios en sus sueños
y despierta al Demonio
de sus pesadillas.
7 comentarios:
Extraordinario poema, Óscar.
Es lo más bello que te he leído
Yo desde luego a dios no lo amo... sí a la lluvia... Me gustó. Creo también que es de lo más hermoso que te he leído.
ha sido un placer leerte y conocerte, además yo también soy de Bilbao, para más señas de Santurtzi.
Un saludo
Las pesadillas nos muestran la verdad casi siempre.
Me gustó mucho.
vagando entre bloggs, me encontre el tuyo, bastante interesante.
me encanto!!!
Yo también amo más la ruidosa lluvia, y el viento desatado y la tormenta... que te llaman a la vida, a no tener miedo, a estallar como los mismos demonios. Y me pregunto: con el trabajo que da este mundo, ¿dios puede echarse a descansar??? En fin, como dice la frase: Si dios existe espero que tenga una buena excusa.
Me gusta mucho el poema,...por cierto.
Publicar un comentario