jueves, 18 de septiembre de 2008

CORRO


Nunca he sido bueno

y ahora no me queda ya tiempo

para serlo.


Lo sé, porque he llegado a ese momento

de censar mis arrepentimientos

y dudo

de cuales poner primero.



Si los de lo que no hice.

Si los que hice sin pensar.

Si los que aún sigo lamentando.



Aún así, vendo cara mi cínica piel.

Si hay algo que no he aprendido

lo invento.


Me han salido previsores ojos en el cogote

para huir de los incendios,

de los derrumbes,

de quedar atrapado por los escombros.



Corro,

corro hacia delante,

por lo que parece un estrecho pasillo.

Siempre

ignorando si encontrare una puerta

o una ventana.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran poema, amigo. Yo tampoco se de las cosas que arrepentirme y tampoco se si aun me queda tiempo para hacerlo. Se una cosa segura, que no me arrepiento de haber amado y de haber vivido

Anónimo dijo...

Muy bueno este poema.
Creo que yo nunca me arrepiento de nada porque si lo hice fue porque en ese momento me pareció lo más correcto.
Yo también corro hacia delante.
Gracias por el poema.

Anónimo dijo...

No creo que haya cinismo en el instinto de supervivencia, y ¿sabes? los arrepentimientos nada solucionan, sólo llevan a la culpa, y esto será así hasta que alguien invente, por fin, la máquina del tiempo. Correr es de valientes, además; lo opuesto es vegetar, despreciar el regalo de la vida. Corre, es seguro que no corres solo.

Poemazo. Un placer.

Anónimo dijo...

Me encanta eso de "censar" los arrepentimientos. Me ha gustado mucho este poema.

Un abrazo,
Mayte

Anónimo dijo...

Me haces pensar. Nunca había caído en que a lo mejor conviene censar arrepentimientos. Claro que pensándolo bien ¿ Para qué?
No, no lo haré. Me voy a pintar como tú unos ojos en el cogote para vigilar la retaguardia y seguir corriendo.

Anónimo dijo...

Es una mala costumbre la de quedarnos siempre en la primera página... En su día no leí este poema y me alegra mucho haberlo descubierto hoy... El tiempo nos enseña a creer menos en las cosas y también a añorar aquellas en las que creímos un día...

Me ha gustado mucho, Oscar.

Abrazos,

Carmen

Jokin Gonzalez dijo...

Querido amigo. Te das tanto que complicado esprintar con vos. Entiendo que detenerse y mirar como se debe permite cruzarse con viajes como el tuyo. A mí gusta correr a poquitos para no perderme nada y por supuesto siempre hacia adelante.
Un abrazo

EL DOCTOR BARRETT dijo...

Yo no voy a hacer un destripado del tema. Sólo que sí he entendido el tema del poema. Y eso de andar buscando puertas y encontrarlas me recuerda a un videojuego en el que el protagonista tiene que improvisar para huir de los malos.