martes, 1 de febrero de 2011

necesito rehacer mi vida




Mi cuerpo yace sobre la mesa del forense
así que el señor juez ha puesto mi alma
en busca y captura.
Incluso la policía
ha confeccionado un retrato robot
que muestran en las colas de los cines
los domingos de lluvia,
en la de los desempleados
los lunes al sol,
entre los que piden a las puertas de las iglesias
al siguiente domingo de viento sur,
a los cajones hace años cerrados
que una vez guardaron cartas de amor,
a las frases que cambiaron las vidas
de mis personajes
con pronunciarlas una sola vez,
en el callejon sin salida
de las adicciones que juro abandonar
todas las mañanas
y a las que regreso cada noche,
y todos los días a las muñecas
de los suicidas ocasionales
y a las de los burdeles que no me cobran
por la absurda perdida de tiempo
de escribirlas un poema de amor.
He de dar un golpe que me permita huir.
Necesito rehacer mi vida. Sí, tan pronto.
Imaginadla cómo habría sido
si me quitaran lo bailao.
En los aeropuertos con destinos
a los continuos naufragios me conocen.
También en las estaciones de tren
que te arrastran hasta los arrabales
de los laberintos de cielos con cuatro lunas.
No me puedo fiar
de mis viejos cómplices.
Ni dormir dos noches en la misma cama
y aún así, insistes en amarme,
ángel del amor.
Deberías saber que nunca cojo rehenes.
Al menos desde la ultima timba
en que mi escalera de corazones
no llego a igualar a su sonrisa.
Los taciturnos girasoles
serán los únicos testigos de mi fuga
con el botín de esperanza
de los hombres de veinte años.
Robare un coche que abandonare
en la frontera de los apatridas.
Luego, continuare a pie hacia mi destino.
Necesito rehacer mi vida. Sí, tan pronto.
Quién no ha recibido un puñetazo
o una puñalada de joven.
Imaginadla cómo habría sido
si me quitaran lo bailao.

1 comentario:

Asier Triguero dijo...

"Lo bailao" es lo que siempre nos queda y lo que nunca nos pueden arrebatar, mucho peor hubiese sido sin ello, aunque ahora nos duelan un poco las caderas. Aquí tienes un nuevo cómplice, ávido siempre de dar un gran golpe.
Keep walking 4ever, buddy.